Escudo de la Villa

El escudo de armas tradicional de El Burgo de Osma es un castillo de planta poligonal, retamado de almenas, en cuyos muros se abren la puerta de arco de medio punto rebajado en el paño frontal y una tronera, a modo de saetera, en cada uno de los tres lados visibles. Estas troneras tienen forma circular en su parte inferior sobre la que se rasga en su parte superior un vano estrecho de protección. Del recinto interior emergen tres torres almenadas, siendo la del centro mayor que las laterales. Todas estas torres lucen su correspondiente aspillera, de la misma forma que las dispuestas en el recinto exterior. Por orla tiene la leyenda "LA BILLA DEL BURGO".

El escudo está encuadrado en un marco tallado a la usanza típicamente barroca. En él destacan las líneas curvas, los carnosos roleos, las espirales, dando una sensación de dinamismo y tensión propias de la estética barroca dieciochesca en la que se inscribe cronológicamente esta obra. Su autor pudo ser uno de los tallistas que tenían taller en la villa en el siglo XVIII.

Por los acuerdos del Concejo sabemos que en 1754 en un cuadro con las armas reales de la villa, que estaba colgado en la testera del salón de la Casa del Ayuntamiento desde hacía muchos años, estaba en pésimo estado, "devorado y aún roto y por consiguiente defectuoso",   por lo que se acordó fijar otro nuevo en el mismo sitio, "como siempre lo ha tenido la villa". El nuevo escudo de armas se realizó de forma inmediata y en su hechura participó el dorador Félix Bueno, que por este trabajo y el del retoque de una pintura sobre lienzo de la Virgen del Espino y dorado de su marco, recibió 140 reales.

Los rasgos estilísticos del marco en el que está inscrito el emblema heráldico concuerdan con la fecha de este encargo. El escudo de armas que se puede contemplar en esta exposición es el colado en el testero principal del salón de plenos del Ayuntamiento de El Burgo de Osma, respetando así la expresada multisecular tradición.